domingo, 2 de marzo de 2008

Red Red Wine

A la tercera cerveza le confesé que hubiese preferido vino para el momento.

¿Ah sí? ¿Y eso por qué? preguntó con un amplio gesto de curiosidad.

El vino me inspira-contesté mientras cruzaba las piernas y me adelantaba un poco hacia él –y temo que no me entiendas.

Para cualquier cosa que te inspire, hay mucha luz en este lugar, acotó .

Lo sabía perfectamente, pero en el fondo me satisfacía tener tanta luz que contrastara con la blusa negra que llevaba puesta

¿Qué tal besas? Formuló la pregunta por segunda vez en la noche.

En mi intento de no repetir que esa respuesta la tienen otros, cambié mi vaso de cerveza por el suyo para darle rienda suelta a la imaginación.

Él sonrió y me miró queriendo clavar sus ojos en los míos y se llevó despacio el vaso a su boca simulando morder el borde.

Demasiada ocasión con este extraño –pensé –y no me atreví a soltarme el cabello como de costumbre a pesar de tener una canción en mente (Red Red Wine) y un recuerdo exquisito con ella.

Miré el reloj en señal de que la primera cita estaba completamente terminada y como quien sabe a ciencia cierta que hay cosas que no deben estropearse intentado hacerlas eternas, no hubo objeción de su parte.


1 comentario:

Guzz Lightyear dijo...

¿Realidad o ficción?


Saludos. Muy buen blog.