Detalles de mi sensualidad

Sí hay algo que disfruto en esta vida es la sensualidad y el vino , por eso ambas cosas las busco constantemente y sin que me quede nada por dentro me pienso y me siento como una mujer muy sensual; el aroma de una flor puede significar más que un perfume francés o el olor natural de una persona es posible que se quede tan estrechamente ligado a mi, que me daría la habilidad de distinguirlo en medio de una multitud. En cuanto al gusto, sería muy ingrato no valorar un beso robado o lo esencial que es una boca humeda que se mueve al ritmo de la mía. Tomo muy en serio las ocasiones en que mi interlocutor entiende que ya no es suficiente la ternura sino que es necesario dar un giro de 360º al asunto, es allí cuando la frasesita de la canción toma validez: “you make me wicked, you make me wilde”, y luego del cansancio, como mezcla perfecta se vuelve a la ternura y con ello, los besos más cristalinos y al diálogo que en minutos nos llevará a una segunda vez.
Sé que puedo expresar muchas emociones con la mirada por eso reconozco de inmediato esas miradas penetrantes de algunos ojos negros, las que te atraviesan el alma y te dejan la sensación de una desnudez parcial. Ahora que mi juventud declina disfruto más de las palabras al oído, de los quejidos, de lo gritos fallidos, así como en medio de la acción más profunda, yo podría maullar y arañar como una gata que se resiste al agua. Intento incluir bailes; “Hey you” de Shakira me transforma, me despeina mi cabello largo- azabache, me pone un gesto en mi boca de felina ansiosa, y me hace deslizar mis manos pálidas por mis caderas imaginando que son candentes , aunque confieso que preferiría bailar música árabe mientras me derraman vino en mi vientre, que me gustaría cumplir con la promesa de moverme al ritmo de “Slave 4 U” (Britney Spears) y empezar a considerar lo que en el fondo siento con el sonido exótico de “Ya Rayah”.